
La Selva Negra es un viaje perfecto para disfrutar de la naturaleza y relajarse en familia o con amigos. En este artículo os explico las cinco categorías de las cosas más interesantes que hay que hacer para tener una idea general de todo lo que nos ofrece la Selva Negra. En otro post podréis ver cómo quedó finalmente nuestra ruta día por día.
Contenidos
¿Qué es La Selva Negra?

Este nombre tan exótico se refiere al macizo montañoso del suroeste de Alemania, en el Estado federado de Baden-Wurtemberg. Parece ser que los romanos le dieron este nombre cuando atravesaban con sus legiones sus frondosos bosques. Sus árboles son tan altos que apenas dejan entrar la luz del sol y entre ellos destacan sus abetos por su verde tan oscuro.
Actualmente es un lugar muy turístico por sus buenas comunicaciones, su naturaleza, sus encantadores pueblos y su gastronomía. Sin embargo, todavía conserva su cultura y tradiciones.
Diseño de mi viaje por la Selva Negra
Cuando empecé a documentarme sobre este viaje, cosa con la que disfruto, vi que había un montón de cosas que se podían hacer pero solo teníamos 3 noches y 3 días. Por lo tanto, prioricé el que íbamos con nuestro bebé, su carrito y toda su logística. Con esta condición abordé las decisiones de dónde dormir; que ver y hacer cada día; y donde comer para disfrutar de su gastronomía.

Donde dormir
En la Selva Negra se puede optar por alquilar el alojamiento en un pueblo que nos sirva de campamento base y movernos desde ahí todos los días, pues las distancias no son largas.
Yo, sin embargo, decidí dormir cada noche en los tres sitios que más me interesaban para nuestra ruta: Friburgo, Triberg y Gengenbach. Como nuestra hija se marea en el coche preferíamos no tener que volver al mismo sitio cada día, conocer la vida nocturna de cada pueblo y llevar el equipaje en el maletero por los posibles imprevistos que se tienen con un bebé.
Que ver y hacer en la Selva Negra
Elegí actividades con las que diariamente nuestra hija pudiera ver animales y nosotros pudiéramos pasear y disfrutar de los paisajes y su gastronomía. También procuré que no hubiese demasiada distancia entre un punto y otro.
Estas son las categorías que hice y lo que escogí para ver y hacer en la Selva Negra.
1 Naturaleza a la carta
La naturaleza de la Selva Negra nos ofrece en pocos kilómetros impresionantes bosques, viñedos, ríos, lagos, montañas y cascadas. De entre todas las opciones nosotros escogimos el lago Titisee y las Cascadas de Triberg. Aunque son los emblemas naturales más turísticos pensé que sería bueno conocerlos la primera vez que íbamos y que estarían mejor preparados para visitarlos con nuestra hija.

Lago Titi o Titisee
En alemán lago se dice See y suelen combinar las palabras para ahorrarse partículas, por lo que Titisee significa Lago Titi. Se trata del mayor lago natural de la Selva Negra y es de origen glaciar. Está a unos 800 metros de altura, tiene unos 2 km de largo, 700 metros de ancho y hasta unos 40 metros de profundidad. Dicen que debe su nombre al general romano Titus que se quedó prendado de su belleza.
En verano está muy animado ya que se pueden hacer todo tipo de deportes acuáticos (pesca, vela, remo, nadar, etc.) y paseos andando o en barcos. En invierno llega a congelarse pudiéndose esquiar sobre él. Además hay un balneario climático, el Badeparadies Schwarzwald.

Cascadas de Triberg
Dicen que son unas de las más altas de Alemania. Se trata de un recorrido de una hora o dos alrededor de esta bajada del río Gutach. Son muy turísticas pero su recorrido era muy fácil de hacer con nuestra hija y su carrito. Bueno, al menos para mí que no tuve que tirar de él, jaja. Esto le tocó a Miguel. Pensaba que también aquí mi hija podría ver ardillas, pero solo de refilón vimos una a pesar de que llevábamos unos cacahuetes que compramos en la puerta. Con todo y con eso nos mereció la pena este paseo alrededor de estas cascadas. Por cierto, nuestro hotel nos regaló la entrada que aunque no era cara se agradece.
Feldberg, un mirador a toda la Selva Negra
Otra excursión en contacto con la naturaleza es subir a uno de los miradores de las montañas más altas de la Selva Negra. Una de ellas es Feldberg que está a unos 1.493 metros de altura. A nosotros no nos mereció la pena al final subir por lo que lo suprimí de mi ruta.

2 Pueblos de cuento
Los mismísimos hermanos Grimm ambientaron en estos pueblos y sus bosques sus cuentos infantiles. Casi todos conocemos las historias de “Hansel y Gretel”, “La Caperucita Roja”, “Blancanieves”, “Pulgarcito”, etc. Cuando se visitan es fácil imaginar que todas estas historias se ambientaran en estos escenarios.
Algunos de los pueblos más coquetos
Sasbachwalden y Gengenbach, (están considerados de los más bonitos de Alemania); Schiltach (lleno de tiendas típicas de vestidos y comimos muy bien en él); Seebach (otro típico pueblo que, además, tiene al lado otro lago de origen glaciar, el Mummelsee); Triberg (es el más conocido pero no el más bonito); Villingen; Baden Baden (famoso por su balneario); Durbach (famoso por sus viñedos y tener el vino más popular de la región); Freudenstadt; Schonach; etc.

También es interesante visitar alguna de las ciudades que hay a las puertas de la Selva Negra: Friburgo o Sttutgart. Nosotros decidimos empezar nuestra ruta por Friburgo. Podéis ver que ver y hacer en Friburgo en otro post de Ole la vida: “Friburgo, que ver y hacer en un día”.
Me volví loca decidiendo cuáles de estos meter en nuestra ruta, dónde dormir y en qué orden según me daban disponibilidad en los hoteles que queríamos, etc. y al final escogí Friburgo, Triberg, Schiltach, Gengenbach y Sasbachwalden. Me gustó mucho el orden en el que los vimos.
Solo nos faltó Baden Baden al final de la ruta. Lo había incluido por ser un poco diferente en su estética, pero como su principal atracción era su ópera y los balnearios y con un bebé no podíamos entrar a ellos, lo dejamos para un futuro viaje.
3 Diversión en plena naturaleza

Hay una buena oferta de parques de atracciones y toboganes alpinos en esta región. Yo escogí el Steinwasen Park, pues aunque es el más pequeño incluía un poco de todo: animales autóctonos que llamarían la atención de nuestra hija; uno de los puentes colgantes más grandes del mundo y varios tipos de toboganes alpinos para que el papá y la mamá también tuvieran su momento de acción.
Para niños menores de 10 años

Steinwasen Park
Se trata de un pequeño parque de atracciones en mitad de la vegetación característica de la Selva Negra. Tenía varias atracciones por las que lo elegí:
Toboganes alpinos
Con la entrada al parque, unos 20 euros por persona, entraban todas las atracciones de este parque. Además, como no había cola se podían repetir una y otra vez. La que más me llamaba la atención eran los toboganes alpinos. Siempre había soñado tirarme como Heidi en un trineo pillando velocidad pero sin tener peligro de matarme, y esta es la sensación que se vive en un tobogán alpino. Mirad este vídeo para ver de qué se trata esta experiencia pinchando aquí.

Uno de los puentes colgantes más grandes del mundo
Con sus 218 metros de largo y a 30 metros de altura, es uno de los puentes colgantes más grandes del mundo. Desde arriba se tiene una buena panorámica del parque, todos los animales y el típico paisaje de la Selva Negra.
Animales autóctonos de la Selva Negra
A lo largo de un recorrido circular que va subiendo por las montañas se pueden ver más de 10 especies diferentes de animales salvajes autóctonos: ciervos, cabras montesas, renos, jabalíes, linces, etc. Hay máquinas expendedoras de comida para poder alimentar a algunos.
Plan B por si llueve
Algo muy normal en Alemania es que llueva, pero este parque tenía un plan B por si esto pasaba. Bajo techo pudimos encontrar un enorme parque de toboganes y bolas en el que disfrutamos un montón a pesar de que hacía sol. Así como otras actividades, espectáculos infantiles, cine, atracciones bajo techo, etc.
Este parque es gratuito con la tarjeta Hochschwarzwald. Merece la pena estudiar previamente las atracciones que incluye esta tarjeta.
Para niños mayores de 10 años
Para niños mayores de 10 años yo creo que es mejor el Europa Park y el Tobogán alpino de Gutach. Éste está justo al lado del Museo al aire libre de la Selva Negra (Vogtsbauernhof). En las afueras de la Selva Negra también se podrían incluir las visitas a Legoland o Playmobil Fun Park en Alemania.
El tobogán alpino de Gutach
Al lado del Museo al aire libre de la Selva Negra se encuentra este tobogán alpino en Gutach. Los toboganes alpinos son actividades muy típicas y divertidas durante el verano tanto en Suiza como en Alemania. Yo en España nunca había visto ninguno y me lo pasé genial tirándome por ellos.

4 Cultura y costumbres de la zona
En la Selva Negra se pueden visitar museos de relojes de cuco, molinos, etc. pero de entre todos ellos yo me decanté por el Museo al aire libre de la Selva Negra.
Museo al aire libre de la Selva Negra (Vogtsbauernhof)
Este museo explica a través de unas granjas todo lo relativo a la cultura, arquitectura, gastronomía y otras costumbres de la Selva Negra. Además, estas granjas tenían animales en sus establos y corrales, por lo que nuevamente nuestra hija estaría bien entretenida.
Aunque la Selva Negra vive actualmente del turismo mantiene sus cultivos y tradiciones. En el Museo al aire libre aprendimos que en las fiestas locales todavía pueden verse a las mujeres con el traje regional típico. Éste consta de unos curiosos sombreros con grandes bolas rojas para las mujeres solteras y negras si están casadas. La arquitectura de las granjas también es muy característica, sus tejados tenían una especie de faldón.

Relojes de cuco
Ya que estábamos por la ruta de los relojes de Cuco también pensamos que a nuestra hija podría hacerle gracia visitar uno gigante. De este modo, fuimos al que fue el primero en ser el más grande del mundo. No es nada del otro mundo pero era fácil llegar y aparcar. Además justo vimos al cuco cantando las horas cuando llegamos a las 14:00h. En su interior tenía la maquinaria y una tienda de regalos. En su exterior tenía un jardín gracioso con columpios de madera y un tractor. Nuestra hija hizo muy buenas migas con una familia india que estaba haciendo picnic allí.
5 Gastronomía de la Selva Negra

Como parte de sus costumbres y cultura la gastronomía de la Selva Negra ocupa un lugar muy especial.
Una ruta por esta región debe tener alguna parada culinaria y probar como mínimo su famosa Tarta de la Selva Negra (Schwarzwälder Kirschtorte), su jamón ahumado (Schwarzwälder Schinken), la carne de caza, el pescado de los lagos tipo trucha (Fellchen), su típica pasta (Spätzle) y a los niños les encantará la Flammkuchen (como pizzas con nata, cebolla y bacon).
Podéis ver más detalles de nuestra ruta gastronómica en el post de Ole la vida: “Gastronomía de la Selva Negra, la ruta gastronómica de nuestro viaje”.
Un viaje ideal para disfrutar de la naturaleza y relajarse
Si te gusta la naturaleza, el turismo rural o de fotografía, vas solo, con familia o con amigos, la Selva Negra es un viaje ideal para disfrutar yendo a tu ritmo. No se trata de un destino frenético como podría ser Nueva York o Shanghái. Tan solo hay que disfrutar de la naturaleza, sus paisajes y relajarse.

Si a pesar de todo lo que hay que hacer en la Selva Negra se te queda pequeña y la recorres en poco tiempo, tienes cerca otros lugares muy interesantes de centro Europa. De esta forma tienes a menos de dos horas la Alsacia francesa (con Colmar, Estrasburgo y otros pueblos); otras ciudades y atracciones alemanas como Stuttgart, Heidelberg, el Lago de Constanza , el Legoland o el Playmobil Fun Park; Suiza (con Basilea, Berna, Zúrich y Lucerna muy cerca); etc. etc.
¡Espero que con este post se os hayan despertado las ganas de hacer este viaje o por lo menos una buena parada!
Un abrazo
Carmen tienes razón ,escapar e ir a conocer la zona del blackforrest…es algo q no te debes perder! Yo he ido en varias ocasiones y como tù me he quedado a dormir en los diferentes lugares q has mencionado…x ejem.en Freiburg me ha encantado en Muensterplatz las historisches kaufhaus x sus fachadas y colores llamativos y recomiendo a las personas q gusten del arte sacro no perderse el Augustiner Museum.
En Gegenbach me tocó muucho frìo q pude soportar un poco tomando un delicioso té de frutos rojos acompañado de el schwarzwaldtorte…q es el pastel más delii de Alemania.Gegenbach lo puedes recorrer en poco tiempo y me impresionaron sus 3 puertas de entrada de la antigua fortificaciòn…y te recomiendo mucho darte una escapada a Stuttgart q me encantò …como amante del shopping y de los autos…Stuttgart no te lo debes perder pues cuenta con infinidad de tiendas y centros comerciales y con 2 museos q me dejaron fascinada…Mercedes Benz…q es impresionante! X su diseño y amplia colecciòn de modelos Mercedes y el museo del Porsche q es más pequeño pero con hermosos autos también…saludos!
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¡Hola Fabiola! ¡Gracias por tu comentario! Y gracias por tu buena idea para otro viaje de fin de semana. Es verdad que hay varias cosas interesantes que hacer por esa zona. ¡Un abrazo!
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